jueves, 1 de abril de 2010
Kukulkan
En la tierra del Mayab en Yucatán México, se encuentra uno de los vestigios más representativos de las enseñanzas del Quetzalcoatl Maya “el hombre pájaro serpiente” o Kukulcan.
Nos referimos a la majestuosa pirámide en Chichen Itza dedicada o construida en honor a Kukulkan , que aun cuando nadie no lo dijera bastaría observar el fenómeno natural que acontece en el equinoccio de primavera en aquella región, para por si mismos descubrirlo. Observamos cómo cada año se forman 9 triángulos de luz y sombras unidos entre sí y terminando en las cabezas de serpiente que están al pie de la pirámide, dándole esa figura de una serpiente que baja a la tierra o la fecunda, llamada en la sabiduría maya Kukulkan.
Es claro que el significado que encierra este acontecimiento es extraordinario.
La pirámide tiene 9 plataformas lo que nos recuerda el tiempo que vivimos entre el vientre materno en el cual se gestaron todas las transformaciones necesarias para que se forme un nuevo ser, internamente significa que antes de que descienda Kukulkan tenemos que pasar por grandes cambios en nuestros actos, emociones, sentimientos, pensamientos, costumbres, reglas, hábitos, creencias, etc. para preparar nuestra propia tierra interna o sea nuestra vida y entonces así Kukulkan se manifestará en nuestras vidas.
Claro está que la serpiente emplumada desciende del sol o del dador de vida a este planeta, por lo que, para el ser humano eso nos representa un conjunto de valores, virtudes, capacidades, facultades. que sólo pueden desarrollarse en aquel que ha formado sus 9 plataformas en su existencia es decir: en el que lucha de momento en momento por trascender las actitudes inconscientes e inferiores que lleva en su interior el ser humano.
Y así como Kukulkan fecunda la tierra para que ésta tenga vida y la tenga en abundancia, así también tenemos que proceder con nuestra propia existencia, lograr que todo ese conjunto de valores que llegan a nosotros cuando luchamos por una transformación integral, en verdad fecunden y logren que nazcan nuevas formas de vida en todo el roce social que tenemos diariamente, que es en donde podremos observar si de verdad estamos siendo fecundados por nuestro Kukulkan interior.
Para todo este proceso se requieren grandes sacrificios, trabajos conscientes y padecimientos voluntarios…..indicado claramente por las formas de “T”o cruces a la manera maya, incrustadas en bajo relieve en la gran pirámide de Chichen Itza, obviamente para pasar por un proceso de transformación humana o de ser fecundados por Kukulkan se necesitan grandes expiaciones, a los que generalmente los seres humanos no estamos acostumbrados, “el agua tiene que hervir a 100 grados centígrados porque si no, no se cristaliza lo que se tiene que cristalizar”, claro está que ninguno de nosotros pretende un día deshacerse de sus placeres, pero bien sabemos que no se trata de hacerlos pedazos con un martillo o de arrojarlos al cesto de la basura en unos cuantos instantes de arrepentimiento por los que a veces pasamos, sino mas bien se trata de mucha paciencia, serenidad y continuidad, auto observándose en cada instante de nuestra existencia y así como a través de tantos años alimentamos esos placeres de nuestra vida, de la misma manera ahora alimentando a nuestro Kukulkan, los cambios irán apareciendo en forma natural, espontánea, eso sí, como resultado de los grandes sacrificios que son necesarios vivir.
Se necesitan grandes bases en todo lo que hacemos para lograrlo, bases en nuestra forma de vivir en lo que decimos, pensamos y hacemos en general; esa es la plataforma cuadrada en la que esta cimentada la pirámide de Kukulkan o dedicada a este conjunto de principios universales, un 4, indicio de que en todo lo que hagamos siempre debe haber un cimiento fuerte, consciente, para que nada ni nadie lo derrumbe y entonces así ya podemos continuar formando las 9 plataformas para que Kukulkan nos fecunde.
Esa era la fiesta mística de nuestros antepasados mayas, no solo dedicada a los grandes rituales a la tierra, al agua, al aire o al fuego, sino principalmente a las fiestas cósmicas dedicadas a aquellas esencias humanas, mujeres y varones que lograban en su interior ser fecundados por Kukulkan, porque sabían que de ellos iban a depender las generaciones siguientes y que aun cuando el sol físico y sus construcciones siguieran enseñando a través de sus simbolismos la auténtica transformación del hombre, el día que desaparecieran esos Kukulkanes humanos, entonces la decadencia en el mundo comenzaría y todo se volvería un caos como sucede actualmente en nuestro plantea, en donde solo nos la pasamos visitando las majestuosas construcciones de nuestros antepasados pero hemos olvidado el motivo principal de aquello que hoy solo nos asombra.
De modo que cada vez que visitemos estos sitios milenarios bien valdría la pena hacer una reflexión de lo que vemos y sentimos en estos lugares como en Chichen Itzá donde al caminar entre sus palacios todavía se percibe la fuerza fecundante de la Serpiente Emplumada…KUKULKAN.
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